En el silencio se abren los ojos de todos los sentidos, de la vista, los oídos, el tacto y todas las sensaciones físicas. Lo que importa es lo que aparece en ese momento.
El Tao también nos da imágenes sencillas y frugales de la vida de cualquiera de nosotros que me ayudan a repensar la mía. Y nada más simple que el silencio.
Si hay una imagen visual que serviría para este cartel “Cuidamos el silencio” sería “Blanco sobre blanco” de Malevich. Por otro lado esta imagen podría ilustrar una descripción que hace Lao Zi del Tao Te (la virtud del Tao):
(…)
Lo más blanco parece manchado
el cuadrado más grande no tiene esquinas
la vasija más grande esta incompleta
la música más grandiosa suena débilmente
la forma más grandiosa no tiene forma
el Tao está escondido y no tiene nombre.
Sin embargo es el Tao, el que origina todas las cosas
y las lleva a su consumación.
Cap. 41
Para encontrar el Tao de mí misma, cuido el silencio, el blanco manchado, el cuadrado sin esquinas, la forma sin forma.
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