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jueves, 26 de marzo de 2020

La gloria de respirar


Relajarse no es fácil. Cuando estoy tensionada, aunque sepa que me tengo que relajar, no alcanza con una simple orden de mi cerebro. Mejor, buscar otro idioma para relacionarse con el cuerpo.
Los chinos desde hace milenios vienen diseñando rutinas o formas de ejercicios para la respiración. A partir de la segunda mitad del siglo pasado se difundió masivamente la serie de "18 ejercicios de taichi chikung" que combinan movimientos del taichichuan (arte marcial) y del chikung (ejercicios de respiración). Ambas disciplinas apuntan a curar, prevenir enfermedades, fortalecer y mantener la salud.
Los movimientos son sencillos, fáciles de aprender, seguros y cómodos. Se adaptan a todas las edades y se pueden hacer de pie o sentados. Exigen una postura correcta, movimientos parejos y lentos, expresión ligera y alegre.. Y sobre todo coordinar bien los movimientos con la respiración, de manera que  exterioricen el modo de respirar,  cada vez que el movimiento sube y se abre, se inhala y cuando baja y se cierra, se exhala. 
En  el mundo del arte marcial chino y del chikung todas las secuencias o formas se dividen en posturas y cada postura tiene un nombre. Así nos transmiten  por un lado una imagen del movimiento y por otro cómo hacerlo, nos da un cierto contenido emocional, es decir una idea de la postura. Este mecanismo a mí me hace acordar al de la escritura china, que son ideogramas: una escritura que combina imágenes con significado y cierta referencia al sonido. (Si les interesa el tema pueden entrar en Caracteres chinos (más que mnemotecnia)https://lodejimena.blogspot.com/search/label/Caracteres%20chinos%20%28m%C3%A1s%20que%20mnemotecnia%29).
Conocer los nombres de las posturas nos puede ayudar mucho para ir memorizando los movimientos y además podemos usarlos para profundizar en la concentración adecuada, ya que el bienestar, la relajación, el gozo, son parte importante de una correcta respiración. Aprovecho para recordar que ésta no se da sólo a nivel de los pulmones, sino en todo y  cada rincón de nuestro organismo, y que según la medicina china taoísta, la piel es la terminación de los pulmones. Absolutamente todo nuestro ser respirando, hasta los últimos pelitos. Después de quince, veinte minutos de practicar, seguro que nos sentimos más relajados.
POSTURAS:
1- NIVELAR EL AGUA DE LA FUENTE: Subir y bajar los brazos buscando una sensación de seguridad, estabilidad y serenidad.
2- AMPLIAR EL CORAZÓN:  Abrir los brazos imaginándose en la cima de una montaña, respirando el aire puro.
3-  BLANDIR EL ARCO IRIS: Sentirse dentro de un arco iris de colores y moverlo con los brazos hacia un lado y el otro con alegría.
8-  CONTEMPLAR LA LUNA LLENA DEL MEDIO OTOÑO: Girar hacia atrás y apuntar con las manos hacia una luna llena imaginaria. La del Medio Otoño refleja un momento de plenitud, es una de las más grandes y brillantes del año.
9-  EMPUJAR HACIA LA DIAGONAL: Empujar  alternadamente hacia la diagonal opuesta sintiendo la firmeza de nuestras palmas.
10- MANOS COMO NUBES: Ondular los brazos hacia un lado y el otro sintiéndonos como una nube que se mueve en forma mancomunada.
11- MIRAR EL CIELO Y LLENAR LA BODEGA DE PECES: Con una pierna adelante, abrir los brazos y mirar el cielo con interés, luego recoger imaginariamente del suelo redes llenas de peces.
12-  EMPUJAR EL OLEAJE: Imaginarse empujando las olas del mar y acompañar su marea que viene y va.
13- VOLAR COMO LA PALOMA: Separar los brazos desde adelante hacia atrás imitando las alas de la paloma y sentir la alegría de volar.
14- PRACTICAR ARTE MARCIAL: Llevar los puños al frente con energía, sabiendo que éste es un ejercicio de fortalecimiento.
15- VOLAR COMO LA GRULLA: Subir y bajar los brazos a los lados del cuerpo como bellas figuras ingrávidas.  
16- GIRAR COMO LA RUEDA: Girar la cintura y los brazos en forma redonda hacia un lado y el otro.
17- REBOTAR LA PELOTA: Levantar las manos y los pies alternadamente mientras nos sentimos despreocupados y livianos como niños jugando.
18- AQUIETAR EL QI: Después de la práctica, estabilizar nuestra energía, unificarla y llevarla al tantien.
Aquí, un video del Maestro Wing Cheung. Su forma se parece a la que practicamos los lunes en la plaza.
Y si quieren leer más sobre el tema respiracion, aquí otra subida, El cumpleaños y el qi. https://lodejimena.blogspot.com/2016/10/el-cumpleanos-y-el-chi.html 

lunes, 15 de mayo de 2017

El caballo, el mono y Dragon Ball.

Al practicar chikung (ejercicios de respiración y meditación) hay que mantener una concentracion adecuada y para ilustrarla, en su libro "La Raíz del Chi kung", Yuan Jwing Ming citaba esta antigua frase: "Hay que domar al caballo y atar al mono". Por un lado me pareció una imagen misteriosa, con un sentido velado, pero por otro, muy gráfica y llena de contenido: el caballo , un animal sanguíneo y fogoso que corre y corre sin parar se puede comparar con nuestro corazón y sus latidos, que se relacionan con nuestros movimientos, tanto físicos como emocionales. El mono en cambio, es un animal que se mueve de modo muy variado y cambiante, en todas direcciones y en distintos ritmos. Se puede comparar con nuestra inteligencia, dinámica, creativa e impredecible. Siempre me pareció una imagen simple y acertada, porque al practicar chikung y taichi, es importante mantenerse tranquilo (domar al caballo) y concentrado en los ejercicios que se están  haciendo (atar al mono). ¿De qué nos sirve un caballo, por más pura sangre que sea, si se desboca y va para cualquier lado? ¿De qué nos sirve un mono, por más inteligente que sea, si se escapa por las ramas a  quién sabe dónde?



Por muchos años no pasé de esta suposición hasta que  leí esta expresión en "Viaje al Oeste", la novela china escrita en el siglo XVI que inspiró a Akira Toriyama para crear Dragon Ball. Esta novela es el resultado de una tradición oral que se origina en la dinastía Tang (618-907) cuando el mítico monje Tripitaka (Xuanzang) , es enviado por su hermano el Emperador al oeste, a la India, para buscar las verdaderas escrituras budistas y traerlas a la corte, con la finalidad de estudiarlas y, con su virtud, elevar la calidad de vida de su pueblo. Durante los más de 600 años que pasaron hasta que Wu Cheng'en escribiera el libro como lo conocemos ahora, la historia se fue alimentando de las tradiciones y personajes populares de distintas regiones y se fue transformando en una larga sucesión de cuentos casi autónomos protagonizados por el monje Tang con su caballo blanco y sus tres discípulos, el Rey
Mono (Sun Wu Kong), el Cerdo (Zhu Wu Neng) y el monje Sha (Wu Ching).


Los principales transmisores de sus aventuras eran los contadores de cuentos que se ganaban la vida en las ferias y fiestas populares y que en su competencia para conseguir más público, las hacían cada vez más interesantes y divertidas. Ellos las fueron organizando en especies de episodios: cada capítulo termina con un típico "Quien desee averiguarlo tendrá que escuchar con atención las explicaciones que se ofrecen en el capítulo siguiente". (Quizás por esta herencia cultural los orientales aman las largas historias contadas en episodios, como por ejemplo los teleteatros, similares a las miniseries de occidente, y los mangas). Se cree que además, estos relatos tenían la intención de enseñar y transmitir la doctrina budista (venida de la India) y ésta, a su vez se entrelazaba con el pensamiento taoísta (originario de China). Así educaban, al mismo tiempo que entretenían.

Voy a transcribir el encabezamiento del capítulo 23, donde habla del mono y el caballo:


"CAPÍTULO XXIII
TRIPITAKA NO ECHA EN SACO ROTO SUS ORÍGENES. LOS CUATRO SABIOS PONEN
A PRUEBA LA MENTE DEL MONJE.

"Su única obsesión era completar un interminable viaje hacia las Tierras del Oeste, mientras las
brisas del otoño traían ecos de las flores escarchadas del invierno. Para conseguir tan alto fin, es
preciso que controle al mono astuto y no le deje escapar. Debe tratar, al mismo tiempo, de que el
caballo no se desboque ni se lance a una irrefrenable carrera. ................................
..................................................................................................................................
El fin primordial de este capítulo es dejar bien patente que la búsqueda de las escrituras
es exactamente igual a la necesidad que todos tenemos de volcar nuestras energías
sobre los aspectos más esenciales de la vida. Conscientes de la similitud de todo cuanto
existe, el maestro y sus cuatro discípulos quebraron los lazos que les ataban al polvo.
Atrás dejaron la corriente de arena y prosiguieron su camino hacia el Oeste sin que
ningún obstáculo impidiera su imparable progresión hacia las tierras benditas."

Más adelante, en el capítulo 29 :

"El Caballo de la Voluntad y el Mono de la Inteligencia habían dejado de aunar sus
esfuerzos, lo mismo que el Señor del Metal y la Madre Madera. ¿Quién puede alcanzar
sus propósitos, cuando la mente y la voluntad se encuentran tan divididas?"

En estos capítulos, los compañeros fueron tentados y separados por ciertos demonios y terminaron debilitados.

Pero ya decía en el capítulo 19, donde aparece el "Sutra de Corazon":

"De la misma forma que el metal es más fuerte que la madera, el Mono domina con facilidad al Dragón, sin embargo, cuando su odio se trueque en amor, la virtud y la bondad crecerán como un árbol y llegará hasta el último rincón del cosmos."

Según la antigua teoría de los cinco elementos, al mono le corresponde el metal y al dragón, la madera (en la novela los personajes son representantes de estos elementos y el caballo del monje Tang había sido antes un dragón que, por desobediencia, lo echaron del cielo y luego la diosa budista Guan Yin lo convirtió en caballo para llevar al monje en este viaje al Oeste). Estos dos elementos son energías antagónicas: el metal corta a la madera. Pero seguramente nuestros amigos, gracias al amor, van a volver a reunirse y así superar todas las dificultades.

Quizás aquí el budismo aporta el amor como elemento de unión de los elementos que vienen de la tradición taoísta. Yo humildemente los fusiono con mis pensamientos de todos los días y deseo fervientemente mantener a éstos atados a mi voluntad, pero el mono se me escapa y se me escapa. Disculpen si me fuí por las ramas.



martes, 11 de octubre de 2016

El cumpleaños y el chi

A raíz de mi cumpleaños, estaba pensando que ese día en que nací fue la primera vez que respiré. Qué maravilloso y qué aventura de la vida, todos estos años respirando. Me imagino que la plenitud  de aquellas primeras respiraciones llenaba de oxígeno cada una de mis células. Por primera vez tomaba esta energía de vida por mi propia iniciativa.

Sin embargo también me dí cuenta de que tengo contracturas, zonas que duelen. Son lugares donde esta energía vital se bloquea, no circula con fluidez y no llega a proporcionar todo el oxígeno que las células necesitan. Me pregunto en qué momento de mi crecimiento hasta llegar a mi adultez fui obstaculizando mi respiración, me fui olvidando de estas partes, las fui entregando como si fueran un precio que pagar.

Cuando practicamos taichi o chikung tenemos la posibilidad de replantearnos esto. Una de sus exigencias es lograr llevar el oxígeno, la energía o “chi” (en chino, qi 气) a todas las células del organismo. Por eso a través del ejercicio entrenamos nuestra capacidad de optimizar nuestra respiración. Desde el punto de vista marcial, en taichichuan se habla de “llevar la energía (el chi) hasta la punta  de los dedos”.

Lao Ze, en el Tao Te Ching habla de “volver al estado de la infancia sin deseos” como estado de simpleza original. No es fácil volver a respirar como cuando éramos bebés, con todo el cuerpo, por nosotros mismos y por nuestra vida. Cada vez que respiramos al hacer taichi o chikung, tenemos la oportunidad de llevar el aire, esa preciosa energía vital, a cada una de nuestras células, es algo que nos merecemos por derecho de nacimiento.

                                                                  .  .  .


“Unión original” es un ejercicio taoísta. Su nombre se refiere a la unión de cielo y tierra como origen de la vida. El ejercicio refleja el acto de respirar, cuando el aire o “chi”, esencia del cielo (yang) se une con la sangre, esencia de la tierra (yin). En ese momento somos fundadores de nuestra propia vida.


Aquí, un link para ver al maestro Liu Ming  en los pasillos de la T.V Pública en La Red, donde realiza y explica unos ejercicios de taichichuan. El primero de ellos, que lo pueden ver a partir del minuto y 10", es “unión original”.


Y aquí unos fragmentos del Tao Te Ching

...
"¿Puedes concentrar tu fuerza vital y lograr la ternura de un niño sin deseos?"
...
Capítulo 10

"El que conoce lo masculino pero se mantiene en lo femenino
se volverá la quebrada del mundo.
Siendo la quebrada del mundo,
nunca se separará del De eterno
sino que regresará al estado de la infancia.
El que conoce la gloria pero se mantiene en la desgracia
se volverá el valle del mundo.
Siendo el valle del mundo,
se volverá competente en el De eterno
y regresará al estado de la simplicidad.
...
Capítulo 28

...
Cuando el sabio gobierna el mundo,
busca dejar de lado sus deseos personales
y ayudar a todos a regresar a la esfera  de la simplicidad.
Mientras toda la gente presta atención a sus propios ojos y oídos,
él los hace volver a la esfera de la infancia sin deseos.
Capítulo 49