Albert Einstein
Los chinos dicen que los seres humanos somos un pequeño universo dentro del gran universo y somos un reflejo de ese gran universo. Esta es una visión verdaderamente amplia que interconecta cada individuo con la totalidad. Estas relaciones o interconexiones responden a una única ley que les da sentido.
El símbolo del Taichi, la polaridad yin-yang en intercambio. Según las palabras del Tao Te Ching: “Todas las cosas contienen yin y yang como fuerzas vitales y logran armonizarse a través de su interacción.” Así, la tierra es redonda y gira en torno al Sol, el día sucede a la noche, y la primavera, al invierno, en constante alternancia. Del mismo modo padre y madre intercambian y combinan sus energías para dar origen a un nuevo ser, un nuevo universo que contiene las energías yin-yang. Estos cambios son los que posibilitan la aparición y la perdurancia de la vida con toda su variedad de formas. Todo el universo se ve sometido a esta ley sencilla y constante. Por eso para mi es bella y verdadera.
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