Técnica del hilo de seda

El maestro Chen Xiao Wang, tan expresivo en sus movimientos, compara la energía con el hilo de seda que fabrica el gusano.

A través de las manos él nos muestra el movimiento del tantien que es el centro de energía de nuestro cuerpo, ubicado debajo del ombligo. Al hacer estos ejercicios el tantien gira hacia derecha o izquierda, hacia delante o hacia atrás, distribuyendo esta energía a cada parte del organismo. En estos movimientos redondos la energía sale (energía yang) y vuelve al tantien (energía yin).Durante este proceso también es muy importante mantener la coordinación de las grandes cinturas o articulaciones de muestro cuerpo que son hombros-cadera, codos-rodillas y manos-pies.

La seda nos sirve para entender a la energía como algo suave, fino, sutil.

Si tratamos la seda con la fuerza justa el hilo no se rompe. Si al igual que el gusano podemos fabricar este hilo de forma pareja y armónica, el resultado será una energía extremadamente fuerte, inquebrantable, distribuida en todo nuestro organismo por igual.

La seda que es una energía tan fina y sutil puede penetrar en los rincones más recónditos de nuestro cuerpo y así asegurar que el flujo sea pleno y parejo. Al mismo tiempo mantener cada articulación cada vértebra, cada falange, hasta los huesos de la cabeza, libre y con la capacidad de rotar y girar hacia todos lados.

Por esto es tan importante mantener la coherencia de la postura , del tantien con la columna y las tres grandes cinturas, durante todos los ejercicios. Sólo al trabajar de este modo la energía suave y el movimiento redondo garantizan que esta fuerza esté presente en todo nuestro organismo.

Así, este tantien esférico se proyecta a la gran esfera que es todo nuestro organismo. Y con capacidad de llegar más allá.

(Este maestro, Chen Xiao Wang, me enseñó estos ejercicios en los años 2001 y 2002 aquí en Buenos Aires y son los que estamos trabajando en la práctica de los martes con mi grupo de Tai Chi “Brotes del Valle”.)