Así entiendo hoy al tai chi: lugares, mundos y tiempos diferentes que se unen en esta canción. Al practicar la siento sonar en mi corazón.
El eterno intercambio entre el yin y el yang que es el que posibilita todos los cambios. El milagro de lo espontáneo. Cada momento de nuestra vida puede ser un punto de partida. Ese momento vacío, sin forma, invisible pero presente que puede engendrar mil formas. Siento ese optimismo, ese "siempre hay segundas oportunidades".
Como dice el Tao te Ching:
"El Espíritu del valle es inmortal"
No hubiese encontrado palabras mas perfectas para expresar ese punto de partida, ese punto central que todo lo une y que todo lo engendra... Gracias Jimena, sos un ser maravilloso !
ResponderEliminarGabriela! Gracias a vos por la mano que me das.
ResponderEliminarEn mi torpeza, recién ahora veo el comentario..