Los chinos, desde tiempos inmemoriales, celebran la cosecha de lo que se cultivó en primavera y verano. En su calendario, que es solar y lunar, la luna llena de la mitad del otoño marca la culminación de este proceso de cosecha. Según los antiguos chinos el metal es el elemento que corresponde a esta estación. Con ese metal cortan y recogen los frutos, las hojas y los granos. También la asocian con la muerte.
Pero de este lado del planeta se desata la primavera. Ya pasamos la muerte del invierno. Y las semillas del pasado otoño, que quedaron sepultadas, comienzan a germinar. La madera es el elemento que corresponde a la primavera. Como los rayos del cielo, la madera se abre paso desde adentro de la tierra.
Para mí, la primavera tiene algo en común con la esperanza: siempre vuelven a nacer, de la nada, de la muerte. La vida viene del agua. Y la regente del agua es la Luna, que gobierna las mareas y el agua de toda la Tierra. Qué sería de nosotros sin la Luna. Luna llena de la primavera, de mi esperanza, hermana, amiga, madre.
El otro día escuché a los Philippine Madrigal Singers cantar “Zamba de mi esperanza”. Estos maravillosos músicos que no hablan español me hicieron sentir sus palabras por primera vez: pañuelo, caricia, corazón, estrella, padecer, querer, zamba, esperanza.
¡Feliz Luna llena de primavera!
En el video Jimena Gómez Carrillo en el Festival de la Luna Llena de Medio Otoño, Barrio chino, Bs.As. 11-09-11
Música: Zamba de mi esperanza por los Philippine Madrigal Singers
Muchas Gracias por tanta Luz Brillante !!!
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