Ese primer movimiento de la forma, cuando levanta los brazos en un movimiento circular que sube y baja, en chino se llama yuan he, unión original, y significa que en el hombre se unen las energías del cielo y la tierra y encuentran armonía. Cuando el maestro explicaba este movimiento decía que cada uno de nosotros es como un fundador, el fundador de sí mismo. Para mí, ésta es la síntesis del trabajo del taichi, porque hay algo que todos tenemos en común y que al mismo tiempo nos diferencia mutuamente y es que cada uno de nosotros tiene su propio corazón y desde allí cada uno gobierna su vida y sus acciones. Por eso este primer movimiento, yuan he, es tan bello. Nuestro corazón, que es único, es justamente a través del cual nos podemos relacionar con toda la naturaleza. El movimiento siempre nace del propio corazón y es allí donde se da la unión del yin y el yang, de la tierra y el cielo.
El modo del maestro Liu de transmitir su conocimiento, dándole prioridad a la individualidad usando metáforas, me animó a rescatar mis propias impresiones subjetivas en la práctica del taichi y a escribir estas palabras.
Hermosas palabras... hermosas verdades...
ResponderEliminargracias :)
Gracias Gabi!! siempre presente!
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